Los delfines tienen pocos
enemigos naturales. Para la mayoría de las especies de delfines más pequeñas
sólo unos pocos de los tiburones más grandes, como el tiburón toro, el tiburón
tigre o el tiburón blanco representan un riesgo potencial, especialmente para
las crías. Algunas de las especies más grandes como las orcas también se
alimentan de pequeños delfines, pero es poco común. Las principales amenazas de
los delfines provienen del ser humano, especialmente en algunas especies de
delfines de río como el delfín del río Amazonas (Inia geoffrensis) o el del
Ganges que se encuentran en peligro crítico de extinción. Los pesticidas,
metales pesados, plásticos y otros contaminantes industriales y agrícolas están
envenenando a muchas especies de delfines. Las lesiones y muertes por
colisiones con embarcaciones, especialmente con las hélices, también son
comunes.
Diversos métodos de pesca y las
redes a la deriva matan directamente a muchos delfines y la captura accidental
supone un riesgo para muchas poblaciones de delfines. En algunas partes del
mundo, como Taiji en Japón y las Islas Feroe, los delfines se han considerado
tradicionalmente un alimento y son cazados para la comercialización de su
carne.
Otras interferencias humanas en
la vida de los delfines son los fuertes ruidos subacuáticos como el sonar o
proyectos de construcción en alta mar como parques eólicos son perjudiciales
para los delfines propiciando enfermedad descompresiva al obligarles a subir a
la superficie demasiado rápido para escapar de esos ruidos.
AMENAZAS HUMANAS | CAUSAS |
Contaminación de los mares, océanos y ríos | La reducción de poblaciones de delfines, y causar la acumulación de tejido de altos niveles de contaminantes. |